Agulles, un reencuentro.

Este domingo estuvimos escalando en Agulles (Montserrat). Desde que comenzó este año todavía no había podido escaparme ni un solo día a trepar (todo lo que conlleva una emancipación es bastante laborioso).
A buena hora (ni muy pronto, ni a las tantas), caminamos por el camino que te lleva desde Can Maçana a el Refu Vicenç Barbè. El día acompaña.
Llegamos al Coll de Portelles, desde aquí ya podemos ver nuestro destino: la Aresta Brucs a la Miranda de les Bohïgues.
La Aresta Brucs es una vía superclásica de Agulles, tiene una dificultad de IV+ y una longitud de 60m. El equipamiento es bueno,parabolts y ni faltan ni sobran, están los justos. Una vía fácil para no sufrir y pasar una buena mañana.
Caminamos hasta la base de la miranda, Soto y Jordi son mis compañeros de viaje.
Para comenzar la vía hay que trepar un pequeño resalte de IIIº que nos deja en una repisa bastante amplia.
En una hora aprox. llegamos a la cumbre. El paisaje es precioso, un mar "d'agulles" se pierde en el horizonte, allí a lo lejos se alzan "els Ecos", abajo vemos el refugi Vicenç Barbé. El paraíso, un lugar idílico donde trepar un sinfín de agujas y monolitos, descansamos y nos abandonamos a la contemplación.
Ante nosotros una cordada lucha en la Saca Gran para llegar a su cumbre.
Para bajar de aquí destrepamos un par de veces por la otra vertiente a la que hemos subido, mucho ojo.










Un reencuentro muy romántico, de los que te generan ganas de volver a la actividad, pero también, de los que te hacen darte cuenta de que estás ¡mu flojo!, en fin lo de siempre, hay que entrenar un poco más.

foto 1: Jordi comenzando
foto 2: abandonados a la contemplación
foto 3: la Saca Gran, l'agulla dels espeleólegs, la Palangana y la Bandereta